martes, 9 de junio de 2009

Y bien...

Fueron cuatro años. Los resultados que importan están en estas fotografías y, sobre todo, en la memoria (habría que sumar muchos papeles: como si la vida pudiera atraparse en un ir y venir de certificados y firmas legalizadas). Me preparo para el regreso y las muchas nostalgias que me van a quedar. Un país siempre te marca, especialmente cuando hay cariño de por medio.

En todo caso, aquí están: fotos de los circuitos hechos y comprobados, y de parte de la mucha gente que me apoyó para lograr mis objetivos. Falta la dulce sensación, irreproducible, la de ver que algo hecho con tus manos funciona (y adentro el confort de los muchos amigos y amigas hechos en el transcurso). De izquierda a derecha y en orden descendente:
a. Banco de pruebas para detector de sonidos impulsivos tales como disparos armas de fuego.
b. El detector encapsulado.
c. El detector por dentro. Un banco paralelo de filtros de ondita y una unidad de cálculo de energía.
d. Un localizador de fuentes sonoras.
e. El localizador en el campo de pruebas.
f. Otro localizador, basado en un filtro lineal de Kalman.
g. Banco de pruebas del localizador de Kalman.
h, i. Finalmente, parte de mis amigos del laboratorio en Bahía Blanca y de Mar del Plata, que por cuatro años me soportaron entre ellos. A ellos un gran abrazo.

















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