Es claro, que en el caso de los Simpson no llegaron los brasileños a los extremos de los islamistas molestos contra las caricaturas sobre Mahoma. (Tal vez. Quién quita y las visas de turista que exigen ahora los brasileños para los yanquis sea la venganza contra la boca floja de Groening y compañía. Habría que averiguar entonces qué programa español ofendió recientemente a Brasil que justifique tanto gallego devuelto ad portas en los aeropuertos de Río, San Pablo y Salvador, y olvidarse de las excu

Tapabocas sin embargo el anuncito de Absolut en México. La de rechiflas, ripostas, comentarios e insultos enardecidos de ciudadanos estadounidenses/patriotas enojados contra la propaganda. Parece que el humor occidental --es decir yanqui, porque yanqui=occidental, aunque mucho le pese a los franceses y los alemanes-- es aceptable solo cuando lo producen made in USA. Huntington puede que lo vea de otra manera: otra muestra más de la invasión indo-latinoamericana que amenaza con desarmar el blanquito andamiaje de la gran potencia líder de la libertad. Yo por mi parte creo que, para ser seres superiores, les cuesta mucho aprender a aceptar el pasado, incluso aquel que no está muy limpio. Al fin ya al cabo que de este lado del muro nos aguantamos la infumable El Álamo, con Crocket y compañía, sin tanta alharaca.
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